EL MONSTRUO DE ACERO
Aquella mañana al llegar al colegio de Peleas, Alberto, Sergio, Marcos, Hector y Hugo se quedaron petrificados. Un escalofrío de terror recorrió sus cuerpos mientras sentían como la sangre se helaba en sus venas...
Ante ellos, una vez mas, su peor pesadilla. El monstruo de acero con sus fauces abiertas amenazaba con devorarles. Al verlo sus piernas temblaban, se les ponían los pelos de punta y una sensación de desasosiego les revolvía el estómago...
Una vez más, como cada mes, allí estaba el bibliobús y...
ellos habían olvidado los libros en casa.
ellos habían olvidado los libros en casa.
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